Busto de Ganímedes. Museo del Louvre, París (Francia) |
Hoy
desempolvamos un maravilloso mito de la mitología griega, al que he
dado por nombre “Ganímedes. De príncipe troyano a copero real”.
Este héroe divinizado en la antigüedad e “iconizado” por el
colectivo LGBT narra la historia de un joven príncipe troyano cuya
belleza no pasa inadvertida ante los ojos del padre de todos los
dioses y hombres, Zeus, quien decide secuestrarlo para convertirlo no
sólo en su amante sino también en copero real.
El
mito de Ganímedes.
Ubicación de Tróade. |
Originario
de Tróade, en
la antigua región costera de Misia, al noroeste de Asia Menor, el
mito de Ganímedes le vincula a dos figuras paternas, por un lado se
dice que era hijo del rey griego Tros de Dardania (epónimo de Troya)
y su mujer Calírroe, hija del dios río Simois, o Acalaris, hija de
Eumedes. El rey Tros era padre de tres hijos: Ilo,
Asáraco, y Ganimedes. Tras el rapto de esté último, Tros se quedó
muy apenado, un hecho que conmovió a Zeus.
Fue
el dios olímpico Hermes, mensajero
real de los dioses, quien
enviado por el mismo Zeus le hizo llegar la noticia de que su hijo
Ganímedes se había convertido en una criatura inmortal y ahora
servía
a un propósito mayor, pues se había convertido en copero de los
dioses, una posición que le otorgó
prestigio y distinción.
El
otro mito vincula a Ganímedes con el rey troyano Laomedonte, quien
tras la muerte de su padre ocupó el trono junto a su esposa
Estrimón.
De
príncipe a copero real.
El
rey de los dioses, Zeus, es descrito por la mitología griega como
una deidad de voraz apetito sexual, que siempre tiene la necesidad de
mantener relaciones sexuales tanto con dioses como con humanos. Son
muchos los hijos bastardos que se le atribuyen fuera del matrimonio
con su hermana Hera quien, harta de los escarceos amorosos de su
marido y llevada por la locura de los celos, le hacía la vida
imposible a sus hijastros.
"El rapto de Ganímedes". Pintura al oleo. |
El
príncipe Ganímedes fue exiliado como muchos otros jóvenes héroes
al monte Ida, donde completaría su educación junto con tutores y
alumnos de su misma edad. Fue allí, mientras permanecía al cuidado
de un rebaño cuando Zeus lo vio por primera vez y quedó prendado de
él al instante. Nuevamente el mito tiene dos versiones, pues la
primera habla que fue el mismo Zeus el que transformándose en un
águila descendió para raptarlo, y la segunda dice que fue un
águila quien, enviada por la deidad, lo raptó y se lo llevó
consigo.
Tras
su llegada al Olimpo, Zeus convierte a Ganímedes en su amante y
copero sustituyendo a su propia hija Hebes, deidad de la juventud.
Hera, al enterarse de la noticia, trató al nuevo amante de su marido
con desprecio, un gesto que venía siendo habitual en ella. Con el
fin de protegerlo de la furia de su mujer Zeus asciende a Ganímedes
hasta el cielo y le deja allí como la constelación de Acuario, a la
cual hoy en día seguimos asociando con el águila.
La constelación de Acuario por Johann Elert Bode. |
El
mito de Ganímedes posteriormente se convirtió en símbolo del amor
homosexual en la poesía, en contraste con la famosa Helena de Troya.
Del
mito al arte.
El
mito de Ganímedes y Zeus dejó una profunda huella en los artistas
de la época y sus posteriores contemporáneos. En Atenas, los
retratistas de vasijas solían ilustrar a menudo en sus vasijas la
escena, pues eran muy recurrentes y empleadas durante los banquetes
exclusivos para hombres.
Este
artículo ha sido escrito por Akasha Valentine
http://www.akashavalentine.com © 2014.
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